En la era de lo digital, muchas personas creen que comunicar es tener la posibilidad de acceder a las redes sociales, seguir algún perfil, darle “me gusta” a alguna publicación que atraiga nuestra atención, compartir el meme del día, o enviar la “cadena de San Antonio” por WhatsApp... Por otro lado, muchos piensan que “comunicar” es producir contenido digital, colgarlo en una red social y obtener muchos “Likes”, sin darse cuenta que han sido atrapados por el fenómeno llamado el “triunfo del selfie”, el que las personas, en lugar de establecer una verdadera comunicación, refuerzan el deseo de ser reconocidos.
Algunas personas, se han vuelto tan dependientes de los medios digitales que desarrollan comportamientos que denotan situaciones anormales, algunos casos patológicos como adicción, por no haber sido conscientes u orientados en el uso correcto de los medios digitales y en el concepto humano de comunicar.
Con todo esto, no buscamos desmotivar a ninguno en su deseo e impulso por desarrollarse en las propuestas de comunicación, y menos, en las propuestas digitales. Al contrario, quisiéramos proponer algunos elementos que nos ayudarán a mejorar nuestra relación con los medios de comunicación, en especial los digitales, y a saber orientar, como pastores y educadores, a las generaciones que corren el riesgo de perder el sentido verdadero de la comunicación.
Comunicar es un intercambio: cuando pensamos que la comunicación es solo transmisión de un mensaje, traicionamos el concepto más esencial de la comunicación: interacción entre las personas que genera un intercambio de mensajes con un significado. Cuando se da el proceso de reciprocidad e interacción de las partes ocurre una verdadera comunicación. En este sentido, no es sólo enviar un mensaje sino ser capaz de recibir e interpretar la respuesta del mensaje dado.
Comunicar es escuchar: no podemos olvidar un trinomio de la comunicación: escucharse a sí mismo – escuchar a los otros – ser escuchado por los otros… En este trinomio encontramos el proceso de reflexión y la capacidad de empatía que son las claves para poder llegar a impactar en la vida de los demás. Las generaciones actuales adolecen de ser escuchadas y de saber escuchar, por tanto, estamos invitados a ser modelos de escucha.
No se puede no comunicar: todo acto que realizamos comunica. Nuestras palabras, nuestros gestos, nuestros escritos, nuestros videos, las publicaciones que hacemos en redes … Todo comunica. Pero, esto no significa que todo aquello que publicamos sea lo que realmente queremos comunicar. Muchas veces olvidamos que, en la era de lo digital, todo lo que se publica en la red es público, por tanto, es susceptible de juicio y puede interpretarse exactamente al contrario a lo que quisiéramos. Es por ello que nuestras ofertas comunicativas deben ser repensadas y bien orientadas.
Comunicar es educar: Un padre, un profesor, una maestra, un formador, etc., es un comunicador de conocimientos, aprendizajes, vivencias y experiencias que le han ayudado a ser mejores. Del mismo modo, al comunicar alguna información o mensaje, debemos estar seguros de no equivocarnos. Las fake news son muy comunes en la actualidad. Debemos evitar el riesgo de ser una más del montón. Comunicando efectivamente ganaremos confianza y credibilidad.
Comunicar es crear vínculos: La tendencia de gestión de las redes sociales en la actualidad, apunta a la creación de comunidades digitales, grupos de personas que comparten intereses comunes o se mantienen en contacto a través de los medios digitales. Nuestro actuar como educadores y pastores nos invita a entrar en el ambiente digital y crear comunidades para hacer el bien a otros y para superar la soledad que muchas veces nos deja el uso de los medios digitales. Viviendo este objetivo, nos sentimos en una mayor sintonía para compartir experiencias y generar vínculos que nos permitan sentirnos hermanos y hermanas entre nosotros.
La vida y las condiciones actuales nos obligan cada día a profundizar sobre nuestro actuar. Busquemos siempre el modo de poner en práctica nuestras experiencias logrando ser educadores-comunicadores en cada momento. Por ello, para profundizar estos temas, te invitamos a participar en la Conferencia de Comunicación que se realizará en Roma del 1 al 7 de agosto de 2024.
P. Carlos Méndez SDB
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